Dos tipos de energía solar
Las células solares, también llamadas fotovoltaicas, convierten la energía de la luz en energía eléctrica mediante el efecto fotovoltaico. La mayoría son células de silicio, que tienen diferentes eficiencias de conversión y costes que van desde las células de silicio amorfo (no cristalino) hasta los tipos de silicio policristalino y monocristalino (monocristalino).
A diferencia de las baterías, los sistemas solares no utilizan reacciones químicas ni requieren combustible. Además, las células solares no tienen partes móviles como los generadores eléctricos. Los sistemas solares domésticos convierten en electricidad alrededor del 20% de la luz solar que reciben, mientras que los sistemas comerciales más caros pueden convertir hasta el 40%. Sin embargo, con los avances tecnológicos se espera que la eficiencia solar de estos paneles aumente.
La mayor formación de células solares se denomina “arrays”, que se componen de miles de células individuales y pueden juntarse en parques solares para convertir la luz solar en energía para uso comercial, industrial y residencial a gran escala.
Los grupos más pequeños de células se denominan paneles de células solares o, más comúnmente, paneles solares. Los distintos tipos de paneles solares tienen una gran variedad de usos, desde su colocación en tejados para sustituir o complementar un suministro eléctrico doméstico o para suministrar energía eléctrica a lugares donde las fuentes convencionales no están disponibles o son caras de instalar. Debido a la ausencia de piezas móviles o combustibles, los paneles solares también se utilizan ampliamente en el espacio, incluso para satélites y estaciones espaciales, aunque la difusión de la energía del Sol en las partes más lejanas del sistema solar significa que estos paneles no pueden utilizarse para enviar sondas al espacio interestelar.
Datos sobre la energía solar
La energía solar, una de las principales fuentes de energía renovable, desempeña un papel fundamental en la transición hacia economías más limpias que protejan el medio ambiente, mejoren el bienestar de las personas y garanticen la sostenibilidad de las empresas.
En un momento en el que el cuidado de nuestro planeta y del medio ambiente es una prioridad, es importante saber qué es exactamente la energía solar, cómo funciona y cómo ampliar su uso como fuente de generación de electricidad.
La energía solar se aprovecha del sol en forma de radiación electromagnética (luz, calor y rayos ultravioleta). Mediante la instalación de paneles o colectores solares, puede utilizarse para captar energía térmica (fototérmica) o para generar electricidad (fotovoltaica).
Los avances tecnológicos han transformado la energía solar en una de las más eficientes y asequibles del sector de las renovables. Esta fuente de energía ilimitada, además de contribuir a la sostenibilidad del planeta, atrae inversiones, genera empleo y aumenta la competitividad de las empresas.
Cómo funciona la energía solar
Aunque la mayoría de las formas de energía tienen al sol como fuente última (véase el recuadro), el término energía solar se utiliza generalmente para referirse a los métodos de recogida de la luz y su conversión directa en una forma útil de energía. Tecnologías como:
Excepciones a la regla: la fisión nuclear (reacción en cadena moderada que divide isótopos radiactivos extraídos de la corteza terrestre), la energía mareomotriz (impulsada por la órbita y las fuerzas gravitatorias de la luna), la geotermia profunda (calor sobrante de la formación de la tierra, más la desintegración radiactiva) y la fusión nuclear (como en el sol, pero que sigue siendo difícil de organizar en la tierra).
Esta forma de energía a menudo se da por descontada, pero puede aportar una cantidad significativa de la demanda energética de un edificio bien diseñado en la temporada de calefacción. La luz del sol entra en un edificio a través de las ventanas y calienta el interior. En una casa media del Reino Unido, la ganancia solar pasiva contribuye en un 14% a la demanda de calefacción.
Hay que tener cuidado para evitar el sobrecalentamiento en verano mediante la colocación de demasiados cristales; medidas como los aleros voladizos y los brise-soleil pueden proporcionar sombra en los meses de verano (cuando el sol está alto en el cielo), al tiempo que dejan entrar la luz en el edificio en la temporada de calefacción (cuando el sol está más bajo en el cielo).
Tipos de energía solar” (pdf)
Este artículo trata de la luz y el calor radiantes del Sol que se aprovechan mediante diversas tecnologías. Para más detalles sobre la generación de electricidad con energía solar, véase Energía solar. Para la revista académica, véase Energía solar (revista).
La energía solar es la luz y el calor radiante del Sol que se aprovecha mediante una serie de tecnologías, como la energía solar para generar electricidad, la energía térmica solar, incluido el calentamiento del agua, y la arquitectura solar[1][2].
Es una fuente esencial de energía renovable, y sus tecnologías se caracterizan a grandes rasgos como solar pasiva o solar activa en función de cómo capturan y distribuyen la energía solar o la convierten en energía solar. Las técnicas solares activas incluyen el uso de sistemas fotovoltaicos, la energía solar concentrada y el calentamiento solar del agua para aprovechar la energía. Las técnicas solares pasivas incluyen la orientación del edificio hacia el sol, la selección de materiales con masa térmica favorable o propiedades de dispersión de la luz, y el diseño de espacios que hagan circular el aire de forma natural.