Datos sobre la energía solar
La energía puede aprovecharse directamente del sol, incluso con tiempo nublado. La energía solar se utiliza en todo el mundo y es cada vez más popular para generar electricidad o calentar y desalinizar agua. La energía solar se genera principalmente de dos maneras:
La energía fotovoltaica (FV), también llamada célula solar, es un dispositivo electrónico que convierte la luz solar directamente en electricidad. La célula solar moderna es probablemente una imagen que la mayoría de la gente reconoce: están en los paneles instalados en las casas y en las calculadoras. Se inventaron en 1954 en los laboratorios Bell Telephone de Estados Unidos. Hoy en día, la energía fotovoltaica es una de las tecnologías de energía renovable de más rápido crecimiento, y está preparada para desempeñar un papel importante en el futuro mix de generación eléctrica mundial.
Las instalaciones solares fotovoltaicas pueden combinarse para suministrar electricidad a escala comercial, o disponerse en configuraciones más pequeñas para minirredes o uso personal. El uso de la energía solar fotovoltaica para alimentar minirredes es una forma excelente de llevar el acceso a la electricidad a las personas que no viven cerca de las líneas de transmisión eléctrica, especialmente en los países en desarrollo con excelentes recursos de energía solar.
Fuentes de energía renovables
De signo de la deidad a objeto de estudio de Einstein: desde los albores de la humanidad, la luz solar ha definido su evolución. Hemos aprendido a respetarla, a estudiarla y, por último, a aprovecharla, para asegurarnos un futuro mejor en todos los sentidos.
Si la Tierra es nuestro hogar, le debemos mucho a la energía solar. Sólo para ofrecer algo de perspectiva, la radiación solar es el elemento clave de la fotosíntesis clorofílica que pone en marcha la base de la vida para la mayoría de las criaturas que habitan el planeta. La radiación solar es también el origen de los vientos, las mareas y los combustibles fósiles: el sol es el motor principal de casi todas las formas de energía de nuestro planeta.
A lo largo de los siglos, la humanidad aprovechó la fuerte conexión que une la vida de las plantas con el sol, especialmente para aprender a gestionar el ciclo de vida de las plantas para transformarlas en cultivos comestibles. A medida que el progreso tecnológico avanzaba, a finales del siglo XIX permitió transformar la energía del sol en electricidad a través de la célula solar: un dispositivo que aprovecha el fenómeno físico conocido como efecto fotovoltaico.
Por qué es buena la energía solar
2017 fue un año récord para las energías renovables porque, por primera vez, más de dos tercios del crecimiento neto mundial de electricidad (178GW) fueron renovables. De todas las renovables, la capacidad de la energía solar fotovoltaica fue la que más creció (97GW), especialmente en China. De hecho, Estados Unidos, la UE, China, India y Japón son los países que más impulsan el crecimiento de la energía solar. Lo ven como una forma de mejorar el atractivo económico.
No es muy respetuoso decir que la energía solar es mala, al menos no si se compara con otros tipos de energías alimentadas por combustibles fósiles. Aun así, tiene algunos inconvenientes que merece la pena analizar. Podemos empezar por aclarar que la energía solar no es cero emisiones, ni limpia, ni 100% verde. Pero, ¿por qué si los paneles solares reciben los rayos del sol y generan electricidad a través del calentamiento sin liberar nada de CO2 o CO2eq? Pues bien, si analizamos con detenimiento el ciclo de vida de los paneles solares nos daremos cuenta de que producen cierta contaminación y consumo de energía durante su fabricación y es probable que tengan más una vez que se desechen.
El futuro de la energía solar
La energía verde es cualquier tipo de energía que se genera a partir de recursos naturales, como la luz solar, el viento o el agua. Suele proceder de fuentes de energía renovables, aunque existen algunas diferencias entre la energía renovable y la energía verde, que analizaremos a continuación.
Como fuente de energía, la energía verde suele proceder de tecnologías de energías renovables como la energía solar, la energía eólica, la energía geotérmica, la biomasa y la energía hidroeléctrica. Cada una de estas tecnologías funciona de forma diferente, ya sea tomando la energía del sol, como en el caso de los paneles solares, o utilizando turbinas de viento o el flujo de agua para generar energía.
Para que se considere energía verde, un recurso no puede producir contaminación, como ocurre con los combustibles fósiles. Esto significa que no todas las fuentes utilizadas por la industria de las energías renovables son verdes. Por ejemplo, la generación de energía que quema material orgánico procedente de bosques sostenibles puede ser renovable, pero no es necesariamente verde, debido al CO2 producido por el propio proceso de combustión.
Las fuentes de energía verde suelen reponerse de forma natural, a diferencia de las fuentes de combustibles fósiles como el gas natural o el carbón, que pueden tardar millones de años en desarrollarse. Las fuentes verdes también suelen evitar las operaciones de minería o perforación que pueden ser perjudiciales para los ecosistemas.