Para qué se utiliza el hidrógeno verde
Históricamente, el hidrógeno se ha obtenido utilizando combustibles fósiles. Esta separación también puede hacerse con energía eléctrica o gas natural, pero la fórmula más ecológica es producirlo con energía solar y eólica.
El hidrógeno verde se utiliza en el refinado de combustibles fósiles, en la producción de amoníaco y en la industria del acero. Actualmente se están desarrollando nuevas aplicaciones, en las que el hidrógeno se quema directamente o genera electricidad a través de unos dispositivos llamados pilas de combustible que combinan hidrógeno y oxígeno del aire.
En el transporte hay vehículos con pilas de combustible y depósitos de hidrógeno. También puede utilizarse para el almacenamiento y la producción de energía eléctrica y térmica; en la generación de electricidad en turbinas de gas; en procesos industriales y de refinado de metales en la producción de fertilizantes para la agricultura y en el abastecimiento de la minería, utilizando amoníaco verde como materia prima.
La limitación de las emisiones de carbono, la reducción de los costes asociados a la electrólisis y los incentivos de la estrategia internacional, permiten un escenario que acelera el desarrollo del hidrógeno verde.
Hidrógeno verde una serie
Ha llegado el momento de aprovechar el potencial del hidrógeno para desempeñar un papel clave en la resolución de los retos energéticos más importantes. Los recientes éxitos de las tecnologías de energías renovables y de los vehículos eléctricos han demostrado que la política y la innovación tecnológica tienen el poder de construir industrias globales de energía limpia.
El hidrógeno se está convirtiendo en una de las principales opciones para almacenar la energía procedente de las energías renovables, con combustibles basados en el hidrógeno que pueden transportar la energía de las energías renovables a largas distancias, desde regiones con abundantes recursos energéticos hasta zonas con gran demanda de energía a miles de kilómetros de distancia.
El hidrógeno verde figura en una serie de compromisos de reducción de emisiones en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima, COP26, como medio para descarbonizar la industria pesada, el transporte de mercancías de larga distancia, el transporte marítimo y la aviación. Tanto los gobiernos como la industria han reconocido que el hidrógeno es un pilar importante de una economía neta cero.
La Catapulta del Hidrógeno Verde, una iniciativa de las Naciones Unidas para reducir el coste del hidrógeno verde, ha anunciado que casi duplica su objetivo de electrolizadores verdes, pasando de los 25 gigavatios fijados el año pasado a 45 gigavatios en 2027. La Comisión Europea ha adoptado una serie de propuestas legislativas para descarbonizar el mercado del gas de la UE facilitando la adopción de gases renovables y de baja emisión de carbono, incluido el hidrógeno, y para garantizar la seguridad energética de todos los ciudadanos de Europa. Los Emiratos Árabes Unidos también están aumentando su ambición, con la nueva estrategia de hidrógeno del país que pretende tener una cuarta parte del mercado mundial de hidrógeno bajo en carbono para 2030, y Japón anunció recientemente que invertirá 3.400 millones de dólares de su fondo de innovación verde para acelerar la investigación y el desarrollo y la promoción del uso del hidrógeno en los próximos 10 años.
Qué es el hidrógeno verde
Ha llegado el momento de aprovechar el potencial del hidrógeno para desempeñar un papel fundamental a la hora de afrontar los retos energéticos más importantes. Los recientes éxitos de las tecnologías de energías renovables y de los vehículos eléctricos han demostrado que la política y la innovación tecnológica tienen el poder de construir industrias globales de energía limpia.
El hidrógeno se está convirtiendo en una de las principales opciones para almacenar la energía procedente de las energías renovables, con combustibles basados en el hidrógeno que pueden transportar la energía de las energías renovables a largas distancias, desde regiones con abundantes recursos energéticos hasta zonas con gran demanda de energía a miles de kilómetros de distancia.
El hidrógeno verde figura en una serie de compromisos de reducción de emisiones en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima, COP26, como medio para descarbonizar la industria pesada, el transporte de mercancías de larga distancia, el transporte marítimo y la aviación. Tanto los gobiernos como la industria han reconocido que el hidrógeno es un pilar importante de una economía neta cero.
La Catapulta del Hidrógeno Verde, una iniciativa de las Naciones Unidas para reducir el coste del hidrógeno verde, ha anunciado que casi duplica su objetivo de electrolizadores verdes, pasando de los 25 gigavatios fijados el año pasado a 45 gigavatios en 2027. La Comisión Europea ha adoptado una serie de propuestas legislativas para descarbonizar el mercado del gas de la UE facilitando la adopción de gases renovables y de baja emisión de carbono, incluido el hidrógeno, y para garantizar la seguridad energética de todos los ciudadanos de Europa. Los Emiratos Árabes Unidos también están aumentando su ambición, con la nueva estrategia de hidrógeno del país que pretende tener una cuarta parte del mercado mundial de hidrógeno bajo en carbono para 2030, y Japón anunció recientemente que invertirá 3.400 millones de dólares de su fondo de innovación verde para acelerar la investigación y el desarrollo y la promoción del uso del hidrógeno en los próximos 10 años.
Hidrógeno gris
Aunque abunda en la Tierra como elemento, el hidrógeno se encuentra casi siempre como parte de otro compuesto, como el agua (H2O) o el metano (CH4), y debe separarse en hidrógeno puro (H2) para su uso en vehículos eléctricos de pila de combustible. El combustible de hidrógeno se combina con el oxígeno del aire a través de una pila de combustible, creando electricidad y agua mediante un proceso electroquímico.
Los principales estados productores de hidrógeno son California, Luisiana y Texas. En la actualidad, casi todo el hidrógeno producido en Estados Unidos se utiliza para refinar petróleo, tratar metales, producir fertilizantes y procesar alimentos.
El principal reto de la producción de hidrógeno es reducir el coste de las tecnologías de producción para que el hidrógeno resultante sea competitivo con los combustibles convencionales para el transporte. Los proyectos de investigación y desarrollo del gobierno y la industria están reduciendo el coste y el impacto medioambiental de las tecnologías de producción de hidrógeno. Más información sobre la producción de hidrógeno en la Oficina de Tecnologías del Hidrógeno y las Pilas de Combustible.