Estadísticas de la energía eólica
Durante la segunda mitad del siglo XX, a medida que los riesgos y el coste medioambiental de la dependencia de los combustibles fósiles se hacían cada vez más evidentes, surgió el interés por desarrollar fuentes de energía más limpias y renovables. Una de las principales tecnologías de energía limpia ha sido la energía eólica. Hoy en día, más de 83 países1 utilizan la energía eólica, y Dinamarca obtiene el 40% de su electricidad de parques eólicos. ¿Pero quién descubrió la energía eólica?
La historia del uso del viento como fuente de energía por parte de la humanidad es sorprendentemente larga. De hecho, podría clasificarse como una de las fuentes de energía más antiguas de la humanidad. Para rastrear la energía eólica hasta sus últimas raíces, tenemos que retroceder en el tiempo, más allá de los albores de la historia registrada.
Creada por el profesor James Blyth del Anderson’s College de Glasgow (actual Universidad de Strathclyde), esta turbina medía 10 metros de altura y se instaló originalmente en el jardín de la casa de vacaciones de Blyth.
Blyth utilizaba la turbina para cargar acumuladores desarrollados por el ingeniero químico Camille Alphonse Faure, para alimentar la iluminación de su casa de vacaciones. De este modo, la pequeña y modesta casa de Blyth fue la primera del mundo en alimentar su electricidad con energía eólica.
Altura del aerogenerador
Un aerogenerador es un dispositivo que convierte la energía cinética del viento en energía eléctrica. Cientos de miles de grandes turbinas, en instalaciones conocidas como parques eólicos, generan actualmente más de 650 gigavatios de energía, a los que se añaden 60 GW cada año[1]. Son una fuente cada vez más importante de energía renovable intermitente, y se utilizan en muchos países para reducir los costes energéticos y la dependencia de los combustibles fósiles. Un estudio afirmaba que, a partir de 2009[actualización], la eólica tenía las “menores emisiones relativas de gases de efecto invernadero, las menores demandas de consumo de agua y… los impactos sociales más favorables” en comparación con la fotovoltaica, la hidráulica, la geotérmica, el carbón y el gas[2].
Las turbinas eólicas más pequeñas se utilizan para aplicaciones como la carga de baterías para la energía auxiliar de barcos o caravanas, y para alimentar las señales de tráfico. Las turbinas más grandes pueden contribuir al suministro de energía doméstica y vender la energía no utilizada al proveedor de servicios públicos a través de la red eléctrica.
La rueda de viento de Héroe de Alejandría (10 d.C. – 70 d.C.) es uno de los primeros ejemplos registrados de máquinas accionadas por el viento en la historia[3][4]. Sin embargo, las primeras centrales eólicas prácticas conocidas se construyeron en Sistán, una provincia oriental de Persia (actual Irán), a partir del siglo VII. Estos “Panemone” eran molinos de viento de eje vertical, que contaban con largos ejes de transmisión verticales con palas rectangulares[5]. Fabricados con entre seis y doce velas cubiertas de estera de caña o material de tela, estos molinos se utilizaban para moler grano o extraer agua, y se empleaban en las industrias de la molienda y la caña de azúcar[6].
La energía eólica en el mundo
Utilizar el viento no es una tecnología nueva. Desde hace miles de años el ser humano ha utilizado la energía del viento para facilitar la vida cotidiana, en el hogar, la agricultura y la industria. Hasta la última década del siglo XIX, la energía eólica se utilizaba en el cultivo de cereales, en el bombeo de agua y para impulsar barcos de vela. En el último siglo, la turbina eólica se ha utilizado como dispositivo para generar electricidad. Los avances en el campo de la aerodinámica, la ingeniería mecánica/eléctrica, la tecnología de control y la electrónica proporcionan la base técnica de las turbinas eólicas que se utilizan hoy en día.
Hasta ese momento, los aerogeneradores de eje horizontal giraban en sentido contrario a las agujas del reloj, pero a partir de 1978 se produjo un cambio y ahora, para presentar una visión coherente, todas las principales turbinas de eje horizontal giran en el sentido de las agujas del reloj.
En 2008, la empresa Enercon construyó la E-126 en Emden (Alemania), que es la turbina eólica terrestre más potente de la actualidad, con una capacidad de 7 MW. Tiene 131 metros de altura y un diámetro de rotor de 126 metros.
La turbina eólica más alta
Según la Administración de Información Energética de EE.UU., el hogar medio estadounidense consume 893 kilovatios-hora (kWh) de electricidad al mes. Según la base de datos de aerogeneradores de EE.UU., la capacidad media de los aerogeneradores que alcanzaron el funcionamiento comercial en 2020 es de 2,75 megavatios (MW). Con un factor de capacidad del 42% (es decir, la media de los aerogeneradores construidos recientemente en Estados Unidos, según la edición de 2021 del informe sobre el mercado eólico terrestre del Departamento de Energía de Estados Unidos), esa turbina media generaría más de 843.000 kWh al mes, suficiente para más de 940 hogares estadounidenses medios. Dicho de otro modo, la turbina eólica media que entrara en funcionamiento en 2020 generaría suficiente electricidad en sólo 46 minutos para abastecer a un hogar medio estadounidense durante un mes.
Para mantener nuestro nivel de vida, cada persona en Estados Unidos necesita más de 40.630 libras de minerales cada año: 10.765 libras de piedra 7.254 libras de arena y grava 685 libras de cemento 148 libras de arcilla 383 libras de sal 275 libras de mineral de hierro 168 libras de roca fosfórica 35 libras de ceniza de sosa 34 libras de aluminio 12 libras de cobre 11 libras de plomo 6 libras de zinc 5 libras de…