Argentina fuentes de energía
CAMMESA otorgó hoy la autorización comercial de la segunda etapa del Parque Eólico Madryn. Con este hito, Madryn se convierte en el mayor parque eólico de Argentina.La inversión total asciende a 320 millones de dólares. La potencia eólica total instalada es de 222,3 MW. Este parque eólico reafirma el liderazgo de Genneia, que cuenta con más del 40% de la cuota eólica.La energía eólica se evacuará a través de ET500, obra de la que Genneia participó y que está operativa desde el 3 de septiembre. El Parque Eólico Madryn (PEM) se levanta en un terreno de más de 6.000 hectáreas sobre la ruta provincial 4, en la provincia de Chubut; con sus 62 aerogeneradores -de 117 metros de altura y palas de 60 metros de largo- se produce energía limpia para el Sistema Argentino de Interconexión (SADI), abasteciendo el equivalente a más de 330.000 hogares. Estas cifras convierten a Madryn en el mayor parque eólico de Argentina, uno de los mayores de Sudamérica y uno de los proyectos más importantes para Genneia.
Para desarrollar este parque, la empresa invirtió 320 millones de dólares, generando en el pico del proyecto más de 300 puestos de trabajo y confió su tecnología a la empresa danesa Vestas, cuyos aerogeneradores transforman el viento de la Patagonia en energía verde. El parque tiene un factor de capacidad promedio del 51% y vientos que soplan a un promedio de 8,6 m/s, características que le permitirán generar 987.000 MWh de energía por año y cuidar el planeta evitando la emanación de 495.000 toneladas de carbono a la atmósfera.
Energía renovable en Argentina
Desde 2016 hasta 2019, el gobierno de Argentina adjudicó contratos para 6,5 gigavatios (GW) de nueva capacidad de energía renovable, ayudando a que la eólica y la solar sean las fuentes de energía no subvencionadas más baratas del país. Aproximadamente 5 GW de esta capacidad ya están en funcionamiento o en construcción, atrayendo casi 7.500 millones de dólares en nuevas inversiones y creando más de 11.000 nuevos puestos de trabajo.
Cuando estén en pleno funcionamiento, estos proyectos harán que las energías renovables representen el 18% del suministro total de energía de Argentina -un gran avance si se tiene en cuenta que antes de 2016 sólo representaban el 1,8%- y podrían evitar más de 220 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono (CO2) en los próximos 20 años.
La clave de este crecimiento fue superar las barreras políticas y financieras para crear estabilidad en el mercado y conectar a los inversores extranjeros con los abundantes recursos energéticos renovables. Ahora, ese innovador enfoque de transformación del sector energético se está aplicando en el extranjero, y podría añadir 75 GW de nuevas energías renovables junto con 110.000 millones de dólares en nuevas inversiones en los países en desarrollo en los próximos 20 años.
Argentina, eólica marina
Aunque Argentina aún no ha instalado una primera turbina eólica marina en sus aguas, la producción de energía de los conjuntos frente a la nación más austral de Sudamérica no debería verse ensombrecida por su reciente inestabilidad monetaria y sus turbulencias económicas, sobre todo a medida que se calienta el mercado mundial del hidrógeno verde. La producción de electricidad a partir de la energía eólica terrestre en Argentina ha aumentado de 1,41TWh en 2018 a 9,42TWh de electricidad en 2020 -incluso cuando el país durante esos mismos años sufrió una recesión económica-, lo que demuestra que Argentina es capaz de poner en marcha un rápido crecimiento de la energía renovable a pesar de los tumultos macroeconómicos.
¿Qué hizo posible el crecimiento de las energías renovables en primer lugar, a pesar de la inestabilidad de la moneda tanto antes de 2018 como, sobre todo, después? La respuesta es RenovAr, el ambicioso programa de Argentina para fomentar las energías renovables distintas de la hidroeléctrica. Iniciado en 2016 con el respaldo de las garantías del Banco Mundial para proporcionar a los promotores de energías limpias una red de seguridad contra las crisis macroeconómicas y monetarias, RenovAr ha celebrado hasta la fecha cuatro subastas con éxito. Sin embargo, la última tuvo lugar en 2018, por lo que una quinta iteración, que contenga importantes proyectos de infraestructura, es ya muy esperada. Todavía no está claro hasta qué punto el actual presidente de Argentina, Alberto Fernández, da prioridad a la transición energética, y recientemente se ha ralentizado el crecimiento inicial de la construcción de energías renovables, en gran parte debido al debilitamiento del peso argentino y a la vacilante confianza de los inversores en los proyectos de energías limpias, lo que ha provocado el aumento del precio del capital.
El potencial eólico de Argentina
En 2012 se alcanzó el máximo histórico de consumo de energía, cuando el pico de consumo de energía de verano en febrero ascendió a 455 GWh con una demanda máxima diaria registrada de casi 22.000 MW. El crecimiento de la demanda energética en 2012 fue un poco más lento que en 2011, pero de nuevo cercano al 5%.
Desde 2002, el país se ha enfrentado a un gran aumento del consumo de combustibles fósiles para la generación de electricidad. Como proporción de los combustibles fósiles, la utilización del gas natural para la generación de electricidad bajó de casi el 100% al 70% en 2011/2012. El grueso de los nuevos recursos energéticos procedió del fuel importado, con un 16%, y del gasóleo importado, con casi un 11% del total de la producción de electricidad, junto con un ligero aumento del uso del carbón mineral del 1 al 3%.
A finales de 2012, Argentina completó dos líneas de transmisión de alta tensión de 500 KV para completar el Sistema Argentino de Interconexión (“SADI”) en el oeste y el norte del país. De este modo, el sistema de red radial, relativamente básico, pasó a ser una red más compleja, de tipo malla. En el futuro también está prevista una nueva aplicación de la red en el suroeste de la provincia de Buenos Aires para importar más energía eólica e hidroeléctrica del sur de la Patagonia.