Fundación Día del Árbol
Vehículos eléctricos. Dispositivos de captura de carbono. Sustituir el ganado por bisontes. Se han barajado muchas ideas para hacer frente al cambio climático, pero un nuevo estudio sugiere que una de las soluciones más eficaces es bastante sencilla: Plantar más árboles, un billón de ellos para ser exactos.
La investigación, llevada a cabo por la universidad suiza ETH de Zúrich, descubrió que alrededor de 900 millones de hectáreas (aproximadamente 2.200 millones de acres) de tierra son aptas para la reforestación en todo el mundo. Si se poblara con árboles, éstos podrían capturar unos 205.000 millones de toneladas métricas de carbono: eso supone dos tercios de todas las emisiones de carbono generadas por el hombre desde la Revolución Industrial.
“Todos sabíamos que la restauración de los bosques podía contribuir a la lucha contra el cambio climático, pero no sabíamos realmente cuál sería su impacto”, afirma el profesor y coautor del estudio Thomas Crowther en un comunicado de prensa. “Nuestro estudio demuestra claramente que la restauración de los bosques es la mejor solución disponible hoy en día para el cambio climático”.
Los árboles son una defensa natural. A medida que crecen, extraen el carbono del aire mediante la fotosíntesis. Esto hace que la reforestación sea una estrategia especialmente atractiva para contrarrestar las emisiones, ya que no se necesita una tecnología costosa: sólo agua, tierra y luz solar.
Campaña del trillón de árboles
Es una premisa intrigante: ¿y si pudiéramos reducir la gravedad del cambio climático global plantando cientos de miles de millones de árboles para eliminar el exceso de carbono de nuestra atmósfera? Un reciente estudio publicado en la revista Science trataba de dar respuestas estimando el potencial global de la restauración de tierras boscosas como posible estrategia para mitigar el cambio climático.
El equipo internacional de investigación, dirigido por Jean-Francois Bastin, de ETH-Zurich (Suiza), utilizó mediciones directas de la cubierta forestal en todo el mundo para crear un modelo que permitiera estimar el potencial de restauración de los bosques de la Tierra. Descubrieron que los ecosistemas de la Tierra podrían soportar otros 900 millones de hectáreas (2.200 millones de acres) de bosques, un 25% más de superficie forestal que la actual. Según los autores, plantando más de medio billón de árboles podríamos capturar unas 205 gigatoneladas de carbono (una gigatonelada es 1.000 millones de toneladas métricas), reduciendo el carbono atmosférico en un 25%. Eso es suficiente para anular unos 20 años de emisiones de carbono producidas por el hombre al ritmo actual, o aproximadamente la mitad de todo el carbono emitido por el hombre desde 1960. El estudio atrajo la atención mundial, así como algunas críticas dentro de la comunidad científica.
¿Cuántos árboles debemos plantar para detener el calentamiento global?
Cuando se trata de eliminar de la atmósfera terrestre las emisiones de dióxido de carbono causadas por el hombre, los árboles son una gran ayuda. A través de la fotosíntesis, los árboles extraen el gas del aire para ayudar al crecimiento de sus hojas, ramas y raíces. Los suelos de los bosques también pueden secuestrar grandes reservas de carbono.
Según una estimación, la Tierra alberga hasta 3 billones de árboles. El entusiasmo de gobiernos, empresas y particulares por proyectos ambiciosos para plantar miles de millones, incluso un billón más, es cada vez mayor. Estos proyectos de plantación masiva de árboles, dicen sus defensores, podrían hacer dos cosas importantes: ayudar a compensar las emisiones actuales y también extraer las emisiones de CO2 que han permanecido en la atmósfera durante décadas o más.
Últimamente, la sociedad ha presionado mucho a los árboles para que nos saquen de la emergencia del cambio climático en la que nos encontramos. No hay duda de que los árboles mejoran la vida en muchos aspectos, pero hay maneras correctas y muchas equivocadas de proteger y hacer crecer los bosques.
Incluso en el políticamente dividido Estados Unidos, los proyectos de plantación de árboles a gran escala cuentan con un amplio apoyo bipartidista, según una encuesta realizada en la primavera de 2020 por el Centro de Investigación Pew. Y en la última década, un variado jardín de propuestas centradas en los árboles -desde la plantación de nuevos plantones hasta el fomento del crecimiento natural de los bosques degradados, pasando por la mezcla de árboles con cultivos y pastos- ha brotado en el panorama político internacional.
Deforestación y cambio climático
La reforestación tropical (TR) se ha destacado como una importante intervención para la mitigación del cambio climático debido a su potencial de almacenamiento de carbono. La reforestación tropical también puede desempeñar otras funciones, a menudo ignoradas, pero significativas, para ayudar a la sociedad y a los ecosistemas a adaptarse a la variabilidad y al cambio climático. Por ejemplo, la reforestación puede mejorar los efectos asociados al clima de la alteración de los ciclos hidrológicos en las cuencas hidrográficas, proteger las zonas costeras del aumento de las tormentas y proporcionar un hábitat para reducir la probabilidad de extinción de especies en un clima cambiante. Por consiguiente, la reforestación debe gestionarse teniendo en cuenta tanto los objetivos de adaptación como los de mitigación, a fin de maximizar las sinergias entre estas diversas funciones y evitar compensaciones en las que la consecución de un objetivo vaya en detrimento de otro. La gestión del aumento de la cubierta forestal también debe incorporar medidas para reducir los impactos directos e indirectos del cambio climático en la propia reforestación. Aquí abogamos por centrarnos en la “reforestación inteligente desde el punto de vista climático”, definida como la reforestación para la mitigación del cambio climático y la adaptación al mismo, asegurando al mismo tiempo que los impactos directos e indirectos del cambio climático sobre la reforestación se anticipen y minimicen.