Biocombustible de etanol
Los biocombustibles son combustibles para el transporte, como el etanol y el gasóleo de biomasa, que se fabrican a partir de materiales de biomasa. Estos combustibles suelen mezclarse con combustibles derivados del petróleo (gasolina y gasóleo de destilación y calefacción), pero también pueden utilizarse solos. El uso de etanol o biodiésel reduce el consumo de gasolina y gasóleo fabricados con petróleo crudo, lo que puede reducir la cantidad de petróleo crudo importado de otros países. El etanol y el biodiésel también son combustibles más limpios que la gasolina y el gasóleo puros.
La mayor parte del etanol combustible utilizado en Estados Unidos se destila del maíz. Los científicos están trabajando en formas de fabricar etanol a partir de todas las partes de las plantas y los árboles, en lugar de sólo el grano, y están experimentando con cultivos leñosos de rápido crecimiento, como el álamo y el sauce, y la hierba de mimbre, para ver si pueden utilizarse para producir etanol.
Casi toda la gasolina que se vende actualmente en Estados Unidos tiene un 10% de etanol en volumen. Cualquier motor de gasolina en Estados Unidos puede utilizar E10 (gasolina con un 10% de etanol), pero sólo determinados tipos de vehículos pueden utilizar mezclas con combustible que contengan más de un 10% de etanol. Un vehículo de combustible flexible puede utilizar gasolina con un contenido de etanol superior al 10%. La Agencia de Protección Medioambiental de EE.UU. dictaminó en octubre de 2010 que los coches y camiones ligeros del año 2007 y posteriores pueden utilizar E15 (gasolina con un 15% de etanol). El E85, un combustible que contiene entre un 51% y un 83% de etanol, dependiendo de la ubicación y la estación del año, se vende principalmente en el Medio Oeste y sólo puede utilizarse en un vehículo de combustible flexible.
Pros y contras de los biocombustibles
El etanol (CH3CH2OH) es un combustible renovable que puede fabricarse a partir de diversos materiales vegetales, conocidos colectivamente como “biomasa”. El etanol es un alcohol que se utiliza como agente de mezcla con la gasolina para aumentar el octanaje y reducir el monóxido de carbono y otras emisiones causantes del smog.
La mezcla más común de etanol es el E10 (10% de etanol, 90% de gasolina) y está aprobada para su uso en la mayoría de los vehículos convencionales de gasolina hasta el E15 (15% de etanol, 85% de gasolina). Algunos vehículos, denominados vehículos de combustible flexible, están diseñados para funcionar con E85 (una mezcla de gasolina y etanol que contiene entre el 51% y el 83% de etanol, según la geografía y la estación del año), un combustible alternativo con un contenido de etanol mucho mayor que el de la gasolina normal. Aproximadamente el 97% de la gasolina en Estados Unidos contiene algo de etanol.
La mayor parte del etanol se fabrica a partir de almidones y azúcares vegetales -sobre todo el almidón de maíz en Estados Unidos-, pero los científicos siguen desarrollando tecnologías que permitan utilizar la celulosa y la hemicelulosa, el material fibroso no comestible que constituye la mayor parte de la materia vegetal.
Biocombustible svenska
El biocombustible es un tipo de fuente de energía renovable derivada de materiales microbianos, vegetales o animales. Algunos ejemplos de biocombustibles son el etanol (a menudo fabricado a partir del maíz en Estados Unidos y de la caña de azúcar en Brasil), el biodiésel (obtenido a partir de aceites vegetales y grasas animales líquidas), el gasóleo verde (derivado de algas y otras fuentes vegetales) y el biogás (metano derivado del estiércol animal y de otros materiales orgánicos digeridos).
Se prevé que la demanda mundial de energía siga creciendo considerablemente y se reconoce ampliamente que es necesario encontrar soluciones alternativas y sostenibles para satisfacer esas necesidades. Muchas personas de la industria energética creen que el biocombustible podría ser la respuesta, considerándolo de vital importancia para la futura producción de energía por sus propiedades limpias y renovables.
El biocombustible funciona de forma similar a los combustibles fósiles no renovables. Ambos se queman al encenderse, liberando energía que puede utilizarse para alimentar los coches o calentar los hogares. La principal diferencia entre ellos es que los biocombustibles pueden cultivarse indefinidamente y, en general, causan menos daño al planeta.
De qué están hechos los biocombustibles
Desde el comienzo de la civilización, los seres humanos han dependido de materiales orgánicos – o “biomasa” – para cocinar y calentarse. Muchos países en desarrollo de Asia y África siguen haciéndolo. El biocombustible o bioenergía es la energía química contenida en la biomasa que puede convertirse en fuentes de energía directas y útiles mediante procesos biológicos (incluida la digestión de alimentos), mecánicos o termoquímicos.
Los actuales biocombustibles líquidos (bioetanol y biodiésel) se producen principalmente a partir de materias primas de primera generación (como la caña de azúcar, el maíz o la colza) y constituyen sólo una pequeña fracción (1%) de la energía actual para el transporte. Los biocombustibles de segunda generación procederán de cultivos energéticos perennes dedicados (como el miscanto, la hierba de cambio, el agave o la pongamia) y, en un futuro próximo, se podrá producir gas hidrógeno a partir de algas, bacterias o de la fotosíntesis artificial para alimentar coches con pilas de hidrógeno.
La mayoría de los coches que se construyen tienen motores de combustión interna que sólo pueden quemar combustibles líquidos. Mientras se desarrollan otros tipos de motores, como los eléctricos y las pilas de combustible de hidrógeno, mientras tanto, los biocombustibles líquidos son la alternativa renovable de transición a los combustibles fósiles para el transporte.