Biocombustibles
La biomasa consiste en residuos orgánicos de plantas y animales obtenidos de la cosecha y el procesamiento de cultivos agrícolas y forestales. La biomasa son subproductos de los residuos de los vertederos que podrían utilizarse como combustibles para producir energía. Algunos ejemplos de residuos de biomasa son: la tala de bosques, los residuos urbanos de madera, los residuos de madera, los residuos agrícolas, etc.
Un ejemplo de instalación de biomasa es la central eléctrica Wheelabrator Shasta. Se trata de una de las centrales eléctricas independientes de madera más modernas. La planta, de 49 MW (netos), procesa 750.000 toneladas de residuos de aserradero y forestales del condado de Shasta y sus alrededores. La madera de desecho no utilizable de los terrenos públicos y privados circundantes se retira selectivamente y se procesa en la planta para mejorar la madera en pie restante.
Programas como el Senate Bill 771 Program y el Energy Technology Advancement Program (ETAP) en el pasado, y actualmente, el Public Interest Energy Research (PIER) Program y los programas estatales de energías renovables han proporcionado y proporcionarán financiación para el desarrollo y la investigación relacionados con la generación de energía a partir de biomasa.
Cómo genera energía la biomasa
La quema de biomasa libera dióxido de carbono. Sin embargo, las plantas también toman dióxido de carbono de la atmósfera y lo utilizan para el crecimiento de sus hojas, flores, ramas y tallos. Ese mismo dióxido de carbono se devuelve al aire cuando las plantas se queman.
Muchos tipos diferentes de biomasa, como las astillas de madera, el maíz y algunos tipos de basura, se utilizan para producir electricidad. Algunos tipos de biomasa pueden convertirse en combustibles líquidos, llamados biocombustibles, que pueden alimentar coches, camiones y tractores. Los productos alimenticios sobrantes, como los aceites vegetales y las grasas animales, pueden crear biodiésel, mientras que el maíz, la caña de azúcar y otras plantas pueden fermentarse para producir etanol.
Recursos de biomasa
La energía producida a partir de la biomasa es cada vez más viable desde el punto de vista económico, ya que constituye una fuente de electricidad segura para el futuro y contribuye a reducir las emisiones de CO₂. Los intereses de los operadores e inversores, por un lado, y los de las empresas de servicios públicos y las redes, por otro, están cada vez más alineados. Esto se debe a que garantizar un suministro de energía estable, así como el éxito financiero de la central eléctrica, son objetivos comunes.
La biorrefinería será la primera instalación a escala industrial de este tipo jamás construida. Aplicará novedosas innovaciones de proceso para convertir de forma sostenible el 100% de la madera en monoetilenglicol (MEG), monopropilenglicol (MPG) y rellenos funcionales renovables (RFF).
Con una mayor concienciación medioambiental y la consiguiente búsqueda de estilos de vida “verdes”, la energía de la biomasa, tanto para la industria como para los proveedores de electricidad, es una fuente fiable -y sostenible- de energía de carga base.
La incineración de renovables es, por tanto, un paso más hacia la sostenibilidad y hacia una economía de ciclo cerrado. Estos subproductos no necesitan ningún procesamiento adicional, lo que refuerza aún más la viabilidad financiera de la planta de biomasa.
Energía geotérmica
La biomasa se utiliza para la calefacción de instalaciones, la generación de energía eléctrica y la combinación de calor y electricidad. El término biomasa abarca una gran variedad de materiales, como la madera de diversas fuentes, los residuos agrícolas y los desechos animales y humanos.
La biomasa puede convertirse en energía eléctrica mediante varios métodos. El más común es la combustión directa de materiales de biomasa, como los residuos agrícolas o los materiales leñosos. Otras opciones son la gasificación, la pirólisis y la digestión anaeróbica. La gasificación produce un gas de síntesis con un contenido energético utilizable al calentar la biomasa con menos oxígeno del necesario para una combustión completa. La pirólisis produce bioaceite al calentar rápidamente la biomasa en ausencia de oxígeno. La digestión anaeróbica produce un gas natural renovable cuando la materia orgánica es descompuesta por bacterias en ausencia de oxígeno.
Los distintos métodos funcionan aposta con diferentes tipos de biomasa. Normalmente, la biomasa leñosa, como las astillas, los pellets y el serrín, se quema o se gasifica para generar electricidad. Los residuos de rastrojo de maíz y paja de trigo se empacan para su combustión o se convierten en gas mediante un digestor anaeróbico. Los residuos muy húmedos, como los animales y los humanos, se convierten en un gas de contenido energético medio en un digestor anaeróbico. Además, la mayoría de los demás tipos de biomasa pueden convertirse en bioaceite mediante pirólisis, que puede utilizarse en calderas y hornos.